Por Andre Jouffe
En dos semanas se entrega el borrador constitucional, un 4 de junio día de la Independencia de los Estados Unidos. Podríamos habernos acomodado al 14 de julio, la Toma de la Bastilla, fecha insigne de Francia.
37 por ciento de la gente aún no sabe cuál será su decisión en el acto cívico obligatorio el 4 de septiembre fecha en que elegíamos a los presidentes antes del golpe.
El director de este medio periodístico aludió en su último comentario, en otras palabras que el hábito no hace al monje.
La verdad es que todo está confuso, desde un juez que roba en un supermercado y ni siquiera es detenido hasta el futbol que podría considerar a Christian Endler como arquera de la selección de futbol ahora en tiempos de la igualdad de géneros.
Si un magistrado hurta en una tienda, con los sueldos que reciben, el ejemplo para mayores y menores es atroz.
La falta de prevención que aludía desde Cristian Labbé hasta Lenin Guardia, esta de manifiesto en temas de salud. Era lógico que tras dos años de encierro la gente estuviera más proclive a contraer enfermedades respiratorias. Es como sacar a una persona de una capsula y exponerla al smog. Un relator se figuraba si trajeran al rey Arturo en una imaginaria máquina del tiempo, y lo pusieran en la Plaza Italia, moriría en el acto. No por las bombas lacrimógenas sino por un aire contaminado al cual sus pulmones pondrían la mínima resistencia.
En las políticas de la macro zona sureña, la compra de tierras, todos son ir y venir.
Hay un dejo de negativismo, al cual desgraciadamente uno se acopla, que ni siquiera deja tranquila la pantalla del arte, cuando en Viña del Mar se critica la obra escultórica Primera Línea en la primera exposición de la gestión de Macarena Ripamonti en la Quinta Vergara. El arte refleja hechos puntuales o pasados y las protestas constituyeron uno histórico gracias, incluso al cual el suscrito duplico su jubilación.
Los republicanos se han convertido en la pulga en la oreja del gobierno, incluso los critica Evo poli.
Sin embargo la autoridad, también aparece con discursos confusos, donde no hay una “primera” líneas sino más bien entrelineas. Y en momentos pareciera que las decisiones emanaran de los ministros.
Lo más nefasto está por venir, el regreso de la discutida Alta Comisionada. Renunció a su reelección para participar más con su vida familiar, pero sabemos bien que sus adláteres la moverán y tendremos, si Boric es débil una vez más, un bacheletismo indisimulado en La Moneda.
Y muchos podrán decir que este es un gobierno cuyo hábito no oculta la presencia del gobierno anterior, con la verborrea de Francisco Vidal presente más por su enfermedad de necesidad perenne de exposición que de su asesoría.