Por André Jouffé
Tal como advertimos en mayo, el peligro inminente de una propuesta a una segunda erosión a los fondos previsionales, está en el parlamento.
Las AFP, liquidarían otro paquete de bonos soberanos y de cotizante con una jubilación aún más disminuida.
En la medida en que la propuesta otorgue dividendos políticos, muchos oponentes a la idea, se irán sumando a ella como ocurrió con el apruebo del próximo plebiscito. Políticos que remarán en contra de su propia corriente no dejarán escapar la posibilidad de captar votos a río revuelto.
En otros países el Estado ha evitado esta mordida a la jubilación. Demás está decir que ahora, serán menos los beneficiados pues ya hace dos meses sacaron todos lo que podían quedando a fojas cero en su erario y deberán confiar en un no más AFP, para que el Estado subsidie lo arrebatado.
Vamos mal Sancho, diría don Quijote.
El otro tema al cual han tratado de echarle tierra es la reticencia o negativa chilena a firmar el tratado de Escazú. ¡Qué cinismo!
El país organizador de la cumbre medioambiental, que no pudo realizarse en el 2019 por la agitación social, ahora decide retractar su firmas de algo tan importante para el futuro del planeta. Como seguir los pasos de Trump y Bolsonaro a pie juntillas.
Es cierto que en el gobierno de Michelle Bachelet no se amarró como corresponde los términos del “Acuerdo regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina” y el Caribe y dejó vacíos que el actual régimen no dudó en usar como argumento para no firmarlo. Chile estuvo tan inmerso en el proyecto que el ex Ministro de Medio Ambiente Marcelo Mena, confidenció que estuvo a punto de llamarse: “El acuerdo de Santiago”.
Constituye una aberración y en cierto modo tal como otro retiro previsional, afecta el futuro de la gente joven y de mediana edad; la negativa a firmar el Tratado de las Naciones Unidas, que significa lugar de descanso (irzkazu)
Dando como argumentos que se crearía una incertidumbre porque contiene fundamentos legales que condicionarían la legislación chilena y exponen al país a ser llevado a tribunales internacionales. Y que la Moneda esgrime como ejemplos los altercados limítrofes con Perú y Bolivia.
Las súplicas de los medioambientalistas han chocado contra un muro de los lamentos.
Dos acontecimientos que marcan la semana post Fiestas Patrias.