Por André Jouffé
Si Chile aparece en quinto lugar en el mundo en relación a vacunas recibidas por habitantes, en la lista de contagios, estamos de la mitad para abajo, tomando en cuenta las debidas proporciones de nuestros 19 millones de compatriotas.
Debemos restar los menores de 16 y los reacios a pincharse.
¿Entonces por qué tanto contagio si la vuelta de vacaciones terminó hace semanas y los “presuntos” portadores ya están instalados en sus casas?
¿Coincide la quema de la estatua del general Manuel Baquedano con el alargamiento del toque de queda y el retroceso en los pasos?
A propósito de Baquedano. No fue ningún santo, como nunca lo son los generales de batalla. Lo salva su vejez, cuando comía los huevos de su gallina en el campo y sorprende a un inquilino apropiándose del ave. En vez de dispararle le propone que le devuelva quien le proporciona el desayuno a cambio de comida.
Sin embargo el tema más intrigante es la suposición o presuntas pruebas de la presencia del narcotráfico en la Araucanía. Según las cifras de SENDA, es una de las regiones de menor consumo de drogas y psicotrópicos. El mapuche en general no es adictivo a éstos productos.
¿Qué hacen los narcotraficantes en la Araucanía? ¿Cuál es el negocio?
Si fuese apoyar la causa mapuche, la afirmación no resiste el menor análisis.
Si la estrategia es pasar el producto de la frontera con Argentina para trasladarlo a las zonas de alto consumo, Concepción, Región Metropolitana, Quinta Región y el norte de Chile; una opción ineficaz ya que la droga ingresa por otros conductos más cercanos a las urbes y fáciles de camuflar. Por lo tanto involucrar al narcotráfico, bastante nutrido en el resto del país, con la causa mapuche es una propaganda más apropiada para Goebbels, con el juego de la mentira que termina devorándose la realidad.
El gobierno si bien ha manejado con acierto la vacunación, por el vertedero político está haciendo agua, magnificando en los noticiarios portonazos, asaltos, uno que otro incendio en Maipú, con lo cual consumen dos tercios del noticiario; sumen algo de deporte y breves del mundo ( como si no existiese) y se fueron las noticias del día.
Elementos de distracción para justificar las nuevas medidas con las cuales pretenden sofocar las justas demandas sociales. Nada justifica un toque de queda a las 22 horas; ni en tiempos de Pinochet, al cabo de algunos años, fue tan largo.
Mientras, el país se va sumergiendo más y más en la pobreza aunque Economía y Negocios de El Mercurio (suplementos escuálidos de cuatro páginas, la cosa es demostrar yo existo), nos muestra el repunte financiero del país.
Estos números, involucran inversiones y “creación falsa de nuevos empleos”, pues son los mismos arrebatados por la pandemia.
Los chinos trajeron el virus al mundo, sumieron en la miseria al resto, inventaron su vacuna y ahora constituyen lo que Ignacy Witacki, el suicida escritor, polaco denominaba el apoderamiento del planeta proviene de Pekín y no del Oeste.
En Chile ha servido para reducir el grupo de millonarios, pero para hacerlos más ricos, y sumergir a los menos afortunados y a la clase media a niveles sin parangón. ¡Para que hablar de la pobreza si para ellos no existe!