Por Tony López R.
Desde hace muchos años, fue denunciado el Plan Cóndor, que en la década del 60 y hasta el 90, fue uno de los instrumentos, que Estados Unidos mantenía a través de la CIA, especialmente en Sudamérica, para respaldar y sostener las crueles y criminales dictaduras militares que azotaron esa zona de nuestro Continente.
El Plan Condor estuvo concebido para mantener el poder de Washington, en esos países del cono suramericano y cuando estas políticas criminales resultaron combatidas y repudiadas popularmente y perdieron su utilidad, los Estados Unidos cambiaron de estrategia y táctica. Es a partir de allí, que Washington practica la filosofía de “hagan lo que yo digo, pero no lo que yo hago”. Y se convierte en defensor de la “democracia, la defensa de los derechos humanos y de la libre expresión”.
El terror sembrado con estas dictaduras y la posibilidad de perder espacio de poder, Washington, modificó sus planes y luego de los tenebrosos documentos de Santa Fe I y II, durante el gobierno de Ronald Reagan, se inició una nueva era de dominación, mediante el control de los medios de comunicación, lo que se ha recrudecido con los avances tecnológicos y el uso de las llamadas redes sociales, la gran mayoría de ellas financiadas y al servicio de Estados Unidos.
Un ejemplo de esa política, lo ha sido Chile país que por cierto fue uno de los principales lideres del Plan Condor, donde se destacó con gran fuerza y poder el golpista coronel Manuel Contreras, quien planeo y ejecutó varios planes, de asesinatos en Estados Unidos del excanciller Orlando Letelier, del General Carlos Prats González, en Buenos Aires, Argentina y del líder demócrata cristiano Bernardo Leighton, en Italia.
Conocí de varias fuentes amigas en Chile, que, ante el peligro de perder las elecciones, el candidato ultraderechista José Antonio Kast, ha contratado a venezolanos y cubanos, antichavistas y contrarrevolucionarios cubanos, para que voten por él y hagan campaña contra el castrochavismo y el peligro comunista que los acecha si gana su oponente, algo similar a lo que hicieron en Colombia, cuando el plebiscito a favor o en contra de los acuerdos de paz e increíblemente por primera vez en la historia de la humanidad, la población votó a favor de la guerra y en contra de la paz. Y ahora lamentan con una montaña de muertos su error.
Kast les ha pedido que trabajen a su favor y como apoderados de mesas electorales y así controlar el proceso. Les ha ofrecido un pago de $60,000 pesos chilenos, o sea unos 70.00 dólares diarios. Les pidió que organicen protestas frente a las embajadas de Venezuela y Cuba y denuncien que los funcionarios de esas embajadas intervienen en las elecciones a favor de su oponente y manipular a los electores. En el caso de los cubanos les tienen prometido que si gana les conseguirá las visas de residencia definitiva en Estados Unidos.
O sea, usar las redes sociales y los medios chilenos, la mayoría de ellos de derecha y extrema derecha, insertando estas Fakes News e infundir el odio al comunismo, expresado en lo que el narco paramilitar ex presidente Uribe Vélez, convirtió en una consigna, sobre lo que llamó el “Castrochavismo” y que increíblemente se ha propagado demencialmente por América del Sur.
El próximo domingo 19 los electores acudirán a las urnas para elegir al nuevo Presidente de la República en segunda vuelta. Los dos candidatos cuyas diferencias en la primera vuelta fue de un 2 %, ganada con el 28 % por José Antonio Kast y el 26 % de su contendiente Gabriel Boric. Lo cual quiere decir que el resto del 100 % de los que acudieron a las urnas, el 46 % del voto se distribuyó entre los otros candidatos que se presentaron en la primera vuelta y que seguramente acudirán a votar.
Ese electorado que acumula el 46 % de los votos, será el que determinará la victoria a uno de los dos candidatos y que por el momento es una incógnita, porque las encuestas conocidas dan muy pareja las cifras para ambos candidatos. Kast, quien es un furibundo defensor de lo que fue la dictadura del general Pinochet, y con posiciones aún más agresiva que la política pinochetista y de tendencia neonazi. Mientras que Boric se presenta como un representante del progresismo e incluso algunos lo consideran representante de la socialdemocracia, por el apoyo recibido del ex presidente Ricardo Lagos.
El nivel de abstencionismo fue alto, de 15 millones de electores acudieron a las urnas 7 millones 115 mil, esto significa el 47,34 % del padrón electoral de votantes y por tanto el 53.6 del electorado se abstuvo de votar. Hay que considerar la idea, que, ante las dos posiciones políticas y económicas enfrentadas, en una segunda vuelta el nivel de abstencionismo se disminuya y en ese caso, puede plantearse la hipótesis de que sería Gabriel Boric, el ganador de la contienda, pues el mayor descontento está en los sectores que se sienten engañados por las promesas incumplidas de los anteriores gobiernos.
Boric es un joven con apenas 35 años y puede ser un elemento a su favor, mas allá, de los señalamientos que puedan hacerse en cuanto a sus posiciones socialdemócratas o no, la abstención, el voto en blanco o nulo, solo apoyan al candidato de la extrema derecha y la continuidad del pinochetismo. “Los pueblos deben despertar y ganar en conciencia si realmente queremos tener una democracia participativa, precisó en 1965 el expresidente Salvador Allende, cuando perdió las elecciones aquel año”. Aun después de muerto alerta a su pueblo.
Por otra parte, la crisis económica de este país, y de acuerdo a informaciones muy bien datadas del brillante periodista Manuel Cabieses, el cual en su artículo Boric y el Plan B, señala que en “Chile hay miseria y salarios de hambre. Mas de 81 mil familias viven en 969 campamentos que carecen de servicios básicos, como agua potable y alcantarillado. Un millón de cesantes y 600 mil jóvenes no estudian ni trabajan, mientras que la droga alcanza todas las esferas de la sociedad y dominan territorios poblacionales incluyendo autoridades municipales, policías y judiciales”.
Esperemos que el pueblo chileno, tenga en cuenta los recuerdos de los que fue la dictadura de Pinochet y lo que ha sucedido con gobiernos que provocaron muertes y mutilaciones muy grave en su población, incluida la Mapuche, utilizando a la fuerza pública, en especial a los carabineros, como ha sido el caso del gobierno saliente de Sebastián Piñera.
Tan grave como lo ya señalado, lo constituye la polémica propuesta de lo que será la política cultural asumida por el candidato Kast y sugerido por su asesora cultural la pintora de extrema derecha Ximena Cousiño Prieto, la cual pregona a los cuatro vientos que privatizaran la cultura chilena. Se pronuncia por la exclusión social y en contra de una política incluyente de género, prohibición de aborto y defensora de la política del Terrorismo de Estado, al considerar que los criminales militares presos en “Punta Peuco” son inocentes. Enemiga de cambiar la actual Constitución pinochetista y miembro destacado del Opus Dei. Ella es la esposa del multimillonario Matías Pérez Cruz, presidente de la Empresa del Gasco. Con semejante política cultural elitista excluyendo al pueblo, Chile volverá a las épocas más oscura del fascismo en la Alemania hitleriana.
Chile merece salir de ese oscuro pasado y cerrar para siempre el capitulo del Plan Cóndor, que sin duda está ejecutándose hoy en ese país austral, manejado y dirigido por las agencias estadounidense, como la CIA, la USAI y la NED con el propósito de favorecer al candidato de la extrema derecha.