Por André Jouffé
-Si eran tan desinteresados, que lleven colación.
Según la presidenta de la AC algunos integrantes han bajado de peso. Así lo señala Elisa Loncon. Las condiciones no paupérrimas pero deficientes en las cuales trabajan induce a quejas especialmente a quienes esperaban un trato “parlamentario”, con ricos menús.
Pero que estén bajando de peso me parece una exageración. Sin sorna, ojalá los que manifiestan excesiva obesidad tienen la oportunidad de reducir los kilos sin gastar una chaucha y mas encima les pagan.
Pero hagamos una comparación muy seria y quizás algo alejada de la realidad y del tiempo.
Me tocó muy de pasada, como simple observador el movimiento de Mayo, en Francia y ver la solidaridad con el pueblo vietnamita que estaba luchando en esa época por su liberación. La guerra de Vietnam se transformó en una gran causa mundial. Ha habido dos grandes solidaridades en el mundo con movimientos emancipadores. En Europa, los jóvenes se han solidarizado con estas causas. En este caso, la lucha del pueblo vietnamita fue muy emblemática por la connotación anti imperialista que tenía, en contra de la dominación norteamericana y el carácter de gendarme que ha tenido ese país en el mundo. También fue la lucha de un pueblo heroico luchando contra un gigante y sus bombas de napalm. Le cuento esto, porque uno no solo se forma en la universidad, sino en su entorno. Y todos estos amigos míos, que fueron parte del movimiento de liberación, fueron un elemento formativo de gran valor para mí, complementando con lo que aprendía en los claustros.
Por qué lo interesante del movimiento estudiantil del año 68, fue que se sumó a todos los movimientos sociales, obreros de los trabajadores, de sectores medios y eran marchas de las empresas. En ese momento se reclamaba un cambio profundo de la organización de la sociedad, había muchos actores, lo real era el gran descontento, lo común era el descontento profundo de la organización de la sociedad europea en ese momento. El movimiento tenía comité de acción y directiva, había una estructura de coordinación de los comités dónde me tocó participar y el valor de lo colectivo era muy importante. Simultáneamente había mucha coordinación para el movimiento social, pero cuando este movimiento pasó a la política, no supieron cómo actuar. Fue entonces cuando muchos adquirieron y donde abracé una visión crítica del marxismo, no una visión cerrada soviética sino las grandes verdades, incluso me sentía tanto en el saber cómo en el actuar había que involucrar los grandes aportes de las culturas y los pueblos y los hallazgos de la ciencia. Daniel Cohn Bendit- Dani el Rojo- todos próceres que con el tiempo fueron cambiando radicalmente sus ideales de lucha.
Lucien Goldmann elaboró una teoría de cómo las obras culturales no son solamente la obra de un genio, sino que interpretan las culturas donde se realizan. Algunos se fueron por ese lado. El pensamiento de Marcuse era un pensamiento más bien clásico
Mayo 68’ se convirtió en un hormiguero, un espacio de grandes debates. Se conectó con el mundo estudiantil y adhirieron miles a sus grandes luchas. Hubo marchas en que participaron dos o tres millones de personas en alrededor de diez horas.
Todo esto conmocionó al mundo, abrió ventanas, pero el sistema de libre mercado, el pre consumo ya estaba en plena gestación.
¿Sirvió mayo del 68? Intelectualmente sí, dejar de lado ser ovejas, pero el capitalismo (sin afán peyorativo sino como definición) siguió su paso hasta plena pandemia.
Siempre será asombroso que las generaciones primitivas parezcan sufrir el peso de una tarea, sólo en beneficio de las generaciones posteriores y de que solamente las últimas tendrán la buena fortuna de habitar el edificio terminado.
Algo que nuestra revuelta Asamblea Constituyente debería asumir es que la enorme ventaja que el progreso no solo explica el pasado sin romper el continuismo temporal, sino que puede servir de guía de actuación en el futuro
El progreso proporciona una respuesta a la inquietante pregunta ¿Y qué haremos ahora? En su más bajo nivel, la respuesta señala: “Vamos a trocar lo que tenemos en algo mejor, más grande (La fe, a primera vista irracional de los liberales en el desarrollo tan características de todas nuestras actuales teorías políticas y económicas depende de esta noción)”.
Nada nuevo e inesperado puede asomar de lo que ya conocemos y este es un elemento tranquilizador. Nada surgirá sino lo que está allí.