Por André Jouffé
Era evidente la internacionalización del combate entre Israel y Hamas con el consiguiente aplaste de la Franja de Gaza,
En Chile Carmen Hertz y Miguel Lawner defendieron su posición de judíos (de raza) marxistas ante Daniel Jadue que los instaló en un frente judío marxista sionista.
Pese al ateísmo de Karl Marx, el co autor de El capital fue judío y paradojalmente se convirtió al protestantismo, y no por eso dejó de lado lo agnóstico.
Somos muchos los conversos o judíos que estamos a favor de un Estado Palestino independiente, gobernado por ellos mismos. La partición británica, brutal e inconsciente, desgraciadamente no se puede borrar.
Una muy amiga judía sionista me increpa porque escribí que la noche del 31 de enero, “me atraganté en un momento dado pensando en los niños de Gaza que a estas horas del desayuno no tiene qué echarse a la boca en circunstancias que anoche tampoco”.
La reacción de Perla Levy Israel fue:
Preocúpate de los tuyos, no de los demás.
Una posición aberrante que me recuerda a dos chilenas que vivieron en Israel con la frase: No hay mejor árabe que árabe muerto; la mismas que uso Hernán Precht Bañados después del once en El Mercurio: no hay mejor comunista que comunista muerto.
La divergencia chilena en cuanto al tema, se lee en las redes sociales francesas-sobre todo porque en Alemania el PC sigue proscrito y en Italia la comunidad semita es mínima-
Pensadores de uno y otro costal discuten sobre lo compatible y lo incompatible de la posición de ser judío comunista o no, en circunstancias que bien ser puede separar el judaísmo-raza con el sionismo. De hecho ni siquiera la mitad de ellos se preocupa del tema.
La propuesta marxista incluso obtuvo un siglo después la contraparte en otro judío más drástico que Marx, Milton Friedman.
De manera que en esta materia es importante unificar criterios.
Ahora con Javier Milei agnóstico en público y casi convertido al judaísmo en lo privado, es como echar leña al fuego. Tampoco es leso, el capital proveniente de USA de la banca hebrea es fundamental para el espantoso “ómnibus” que inventó con unos pasajeros que decapitarán al país.
La sociedad judía se fundamentó en el siglo XIX con una fuerte base marxista que con las décadas fue convirtiéndose en capitalista gracias a la ausencia de progroms y persecuciones y hoy maneja gran parte de los intereses económicos del mundo.
No es responsabilidad mía lo que ocurre pero lamento que una generación actual sea tan cruel y omita la matanza de Gaza tal como lo hizo en 1982 con Sabra y Shatila en la frontera con Líbano cuando fuerzas israelíes guiadas por Ariel Sharon y cristiano libanesas de Bechir Gemayel, mandaron una retroexcavadora a esas dos localidades ignorando si aplastaban niños y mujeres.