Equilibrio de prioridades

Por André Jouffé

A los 83 años, Rafael Otano cuyo departamento daba sobre el foco de las manifestaciones violentas en octubre del 2019 opina: “Parecía guerra entre españoles y mapuches. Piedras por todos lados. Insisto que todo se debió a la falta de cumplimiento de las expectativas sembradas por la Concertación antes de las elecciones de 1989”.

El gobierno de Patricio Aylwin fue netamente político, se priorizarán las relaciones internacionales, que la dermis sensible de las FFAA no fuese que volvieran a tomar las armas, la Comisión Rettig y el resto está escrito.

Durante los gobiernos de Eduardo Frei Ruiz Tagle y Ricardo Lagos Escobar, se iniciaron y concretaron las entregas al extranjero de las carreteras, las concesiones, la venta de materia prima y energía y en minimizar el rol del estado en la administración económica del país. Con o sin dineros puestos encima o debajo de la mesa, el país pasó en cierto modo de algo rasca a uno que hasta tiene baños impecables en establecimientos populares.

Con Bachelet hubo como la concretización final y luego un mundo suspendido blindando al gobierno de ataques de una oposición cada vez más fuerte y ya con dos presidencias a su haber, después de 46 años.

Las maravillosas gestiones no priorizaron llevar al proceso de la mano de una mejor educación, infraestructura hospitalizaría y en la salud en general y nada casi en materia de seguridad.

El problema del narcotráfico marca sus primeros pasos en la dictadura, cuando Francisco Javier Cuadra secretario general de gobierno informa a la DEA el cese de colaboración conjunta en la prevención de la internación y exportación de la droga, de manera que lo que vivimos ahora, es heredado.

Factores casi inesperados como incendios o movimientos telúricos, estarán siempre.

La desesperación es notoria cuando el puerta a puerta de los necesitados es por comida, ni siquiera de dinero.

La ansiedad lleva a magallánicos al intento de derribar el árbol donde subía el presidente actual cuando pequeño para vislumbrar desde las copas, un futuro mejor para Chile.  El alcalde Claudio Radonich llamó a proteger este símbolo, que en el fondo es el de las ilusiones y promesas incumplidas.

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