Por Tony López R
Queridos amigos luego de vencer, mi esposa y yo, el virus de la Covid -19 que me mantuvo separado de ustedes, ya que a través de mis artículos me relacionaban, ya repuestos ambos, vuelvo al combate con la pluma y las ideas.
Ayer se cumplieron 20 años del monstruoso atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York, que causó la muerte de 3000 personas y 6000 heridos, según los medios estadounidenses, y que toda persona honesta y de principios éticos debe repudiar y pedir justicia para las víctimas y se aclare la verdad.
Existen muchos criterios en el exterior y en Estados Unidos, incluido oficiales del cuerpo de bomberos de Nueva York, de que el desplome vertical de las torres no pudo ser producido por el choque de los dos aviones que impactaron el Edificio.
Los expertos en este tipo de sucesos, precisan que el impacto de esas naves, pudieron provocar muy severos daños en los pisos que impactaron, pero no el desplome de ambas torres y mucho menos la gasolina que podrían haberse derramado de los aviones, como sugieren alguno investigadores del gobierno, los que quieren es ocultar la verdad. Cuando al estrellarse contra el edificio, las llamaradas e incendio que produjeron, era precisamente por la gasolina de los tanques de esos aviones imposible que bajaran y derritieran las columnas de acero ese argumento es risible.
Ese desplome lo produjo una implosión, provocada por artefactos explosivos de alto poder destructivo en las bases de estos edificios, según sugieren otros, pero todo está escondido dentro de la bóveda secreta del Pentágono y la CIA.
Por lo tanto, este hecho, está enmarcado en una gran conspiración, del complejo militar industrial, estrechamente vinculado al Pentágono y al poder que en ese momento estaba en manos de presidente George Bush. Eran intereses económico muy grandes los que estaban detrás de ese acro terrorista.
Esta criminal acción, fue la que permitió iniciar lo que Bush le llamó “La Guerra contra el Terrorismo” y el pretexto para iniciar a una semana de los hechos, sin una investigación previa, profunda y responsable, para determinar quiénes fueron los autores intelectuales del atentado, decidieron la intervención militar en Afganistán y acusar a elementos extremistas musulmanes, en cabeza del saudí Osama Bin Laden, de ser el autor de este criminal atentado.
El mismo agente CIA, que utilizaron para combatir al gobierno progresista y revolucionario que en la década del 80 había accedió al gobierno en Afganistán y que apoyado por la entonces URSS, fue combatido por los Talibanes y que en aquella época eran apoyados por Estados Unidos. El mismo que negó que ellos hubieran sido los autores y el que fue asesinado en Pakistán, sin miramientos cuando pudo ser apresado. Pero ese testigo era muy peligroso, había que callarlo para siempre.
Todo estuvo diseñado y aparentemente muy bien concebido, pero sigue habiendo muchas incongruencias, dudas y más bien pruebas de que se trataba de un plan de sectores muy poderosos en Estados Unidos.
El hecho de que se hayan secuestrados cuatro aeronaves, una impacta el Pentágono, en territorio de Washington y dos de ellas penetran en tierras neoyorquinas y se dirigen contra las Torres Gemelas y la cuarta nave se estrella en Pensilvania, sin que la defensa antiaérea, en un país cuyas Fuerzas Militares son poderosísimas y cuyo espacio aéreo, que ocupa el Pentágono, el Congreso y la Casa Blanca están protegidos y no se haya activado cuando fueron violadas, incluyendo las del propio espacio neoyorquino, todo está muy raro y oscuro. Sin contar que existen dudas sobre ese avión contra el Pentágono, que no aparecen las piezas como el tren de aterrizaje , etc.
Mike Prysner, veterano de la guerra de Irak y activista de paz desde hace 15 años, entrevistado por Meagan Day, expresó los siguientes comentarios y la opinión pública debe analizarlo, tomarlos en cuenta y valorar lo importante de apoyar a Prysner en su política de promover la paz y no más intervenciones militares de Estados Unidos.
Prysner precisó: “Me uní al Ejército justo antes de los atentados del 11 de septiembre y pude ver de primera mano la rápida trasformación que se dio a su interior: las actividades se centraban cada vez más en la guerra y el enfoque era cada vez más racista”. Esa era la idea, crear una matriz de opinión racista y odio contra el mundo musulmán. Nada distinto a lo que hoy en el 2021 hacen desde Miami contra Cuba, sembrando una matriz de odio y llamando a la intervención.
En otra parte de su entrevista, Prysner, señaló: “Empecé a pronunciarme contra la guerra en Irak, estando aún desplegado en el país, que me genero problemas”. “En cuanto pude salir, me involucré con el movimiento pacifista” En el 2008 fue cofundador de la organización March Forward. Y añadió “hoy toda una generación de veteranos de Irak y Afganistán se dedican a la lucha contra la guerra”. Esa posición de los veteranos, los ha convertido en enemigos del sistema de poder estadounidense.
Explica este veterano de la guerra en Irak, que Estados Unidos, desde hace muchos años, tenía muy clara que no era y no debía mantener la guerra en Afganistán y así lo expresa: “Biden en su discurso sobre la salida de las fuerzas armadas estadounidense de Afganistán, cuando dijo, hubiera sido lo mismo si hubiéramos mantenido las tropas ocho meses o cinco años” “La toma del poder por los Talibanes era inevitable”.
Lo que me irrita añadido este luchador por la paz, “es que tanto Biden como Anthony Blinken y el resto de los oficiales de la administración Obama lo han sabido desde hace diez o doce años 10 años atrás”.
O sea siempre supieron que era inevitable que los Talibanes, retornaran al poder y esa guerra era infructuosa. Pero No, la guerra en Afganistán tenía otros objetivos y están relacionado con impedir el oleoducto, controlar y apoderarse de los grandes yacimientos de petróleo y controlar el narcotráfico de heroína y opio. No era para eliminar ni combatir el narcotráfico, sino para ganar miles de millones de dólares, como así hicieron.
Expreso este veterano y luchador por la paz, que “no me sorprendió, lo dicho sobre Afganistán, fue decepcionantes su honestidad al decir que Estados Unidos debía trasladar el foco de Afganistán y centrarse en otros frentes, como Somalia, Yemen, o Siria, alejando al país de guerras perdidas y abriendo las puertas a bombardeos y acciones militares en nuevos lugares”.
No se equivoca, Prysner y así lo expresa: “El discurso me pareció una suerte de cesión ante el complejo industrial-miltar y sectores de la clase dirigente interesados en expandir la guerra”. Claro el alargamiento de la guerra en Afganistán les resultaba beneficiosaalPentágono yal monopolio militar- industrial, de acuerdo a informaciones de Rusia Today, se comenta que el gasto diario en esa guerra era de 500 millones de dólares y quienes verdaderamente ganaban eran los del monopolio del complejo militar industrial y el Pentágono.
Lo que anunció Biden de continuar la guerra en Yemen, Somalia y Siria es una gran amenaza, para esos pueblos, pero también para la humanidad, estas guerras, además y por lo que significan en pérdidas de vidas y bienes materiales están provocando estas guerras.
Quiere decir que la política guerrerista de Estados Unidos, continuará, pero si tomamos muy bien, dicha política, no solamente se ha circunscripto a los países islámicos, también en América Latina, como por ejemplo, durante el gobierno de Barak Obama, este emitió una orden ejecutiva que consideraba al gobierno de Venezuela como un peligro para la Seguridad Nacional de los Estados Unidos y luego el fascista Trump, incluyó a Cuba y Nicaragua, como las naciones del mal y que tendrían que desaparecer los gobiernos socialistas, y esa política neocolonialista la mantiene el actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Ojo los pueblos latinoamericanos y caribeños no podemos confiarnos.
Bien lo decía nuestro Libertador Simón Bolívar. “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad”.