Por André Jouffé
La definición le cae al dedillo a los arribistas que van desde ex clase media hacia una cúpula político-zapallarina hasta los ex izquierdistas que se involucran con ellos.
Valga esta introducción para acometer un tema del momento. El baleo perpetrado por la policía en contra de un adolescente y un niño, por algo estaban en el SENAME, es algo inexcusable, espantoso y digno de un castigo más drástico que la renuncia del mandamás de la institución.
Pero no nos engañemos. En primer lugar hace tiempo que la policía está actuando con brutalidad digna de soldados norteamericanos en los años sesenta en el Vietnam y un fenómeno que en Estados Unidos estaba en pleno resurgimiento bajo el desgobierno de Donald Trump.
En segundo lugar, son escasos los países del mundo donde los internos a los equivalentes al Servicio Nacional de Menores salgan mejores personas a cuando ingresaron. La mezcla de niños con adolescentes maleados implica que prevalezca la ley del más fuerte, o sea del mayor.
La peor amenaza que se cierre sobre un niño, aquí y en el resto del planeta, es ésa; que caiga bajo la férula de un Sename local.
Una gran proporción, al cumplir la edad requerida, al cabo de un par de años vuelve a otro centro de reclusión para el cual hizo escuela, la cárcel.
No obstante, el actuar de ciertos policías, de ambos sexos, implica que lo ocurrido el miércoles en Talcahuano es la copia infeliz del Edén de ejemplos que también ocurren en estos momentos fuera del país y que presumiblemente algunos uniformados encuentran como dignos de ser imitados.
La salida del General Director Mario Rozas estaba prevista y era un tema inexplicable. Lo sostenía apenas una rama averiada: el temor a desprestigiar aún más a la institución.
La salida de catorce generales del alto mando en días previos fue sólo la antesala.
La llegada de “peritos” y “técnicos” con mejor manejo de situaciones de crisis se adujo como motivo. Pero el currículo de los reemplazantes tampoco da para confiar en grandes cambios.
Prevalece una brutalidad extrema, que proviene de la inconciencia misma, amparada por el Estado hasta la explosión de situaciones extremas.
Cuando los privilegiados al segundo mordisco de AFP, soliciten la tercera mascada y esta no pase como con vaselina por los diferentes poderes adhoc, entonces podremos apreciar si los cambios fueron acertados.
Por ahora en la retina y en la mente, dos menores baleados al interior de su propia casa-cárcel, que al fin y al cabo tenía la misión de protegerlos.
Finalmente la gente de la Araucanía partidaria del gobierno afirma que ojalá los Carabineros actuaran con más firmeza a nivel local que contra los internos del Sename.