Por André Jouffé
Sin una diferencia de al menos doce puntos a favor, la candidatura de Boric en la segunda vuelta es casi misión imposible.
Las causas de su segundo lugar radican en grado mayor en las características del candidato y a última hora algo influyó el escándalo Oliva.
Porque aun cuando con casi tres puntos de ventaja, Kast-ahora descubrimos algo humano en él, le gusta el cacho porque así puede hacer trampa sin mentir, asegura él mismo-, cuenta con una parte fuerte y endosable de Sichel, algo de Parisi mucho más a la derecha que a la izquierda del Frente Amplio-, y los timoratos demócrata cristianos, sumado a la posición anti aborto de sus simpatizantes. Aunque Yasna Provoste llame a apoyar a Gabriel Boric, no todos acatarán, como lo adelantó Ignacio Walker.
MEO es probable que dé libertad de acción con letra chica para que voten Boric, pero ignoramos si su gente acudiría a las urnas en diciembre en consecuencia, también es limitado.
El único milagro para revertir la situación es que un millón de nuevos votantes se inclinara mayoritariamente por el magallánico.
No es mi labor analizar las otras consecuencias. Algunos analistas señalan si Boric se hubiera alejado más del PC; pero sin ellos, su porcentaje se hubiese reducido al 21 por ciento.
Asimismo, el candidato de la ultraderecha visitó 300 comunas, o sea el triple de su rival apodado el ñuñoíno. Por su sedentarismo en campaña.
En lo personal, las cosas están dadas. Las campañas al congreso y al senado fueron poco convincentes y así entregaron una mayoría relativa a un fifty fifty peligroso, desbalanceable, incierto, insuficiente para frenar los excesos de Kast, tal como en otro caso, las innovaciones propuestas por el joven candidato.
De todos modos, ya con antelación la columna de opinión del sitio, había adivinado un escenario similar.Encuesta Cadem del lunes: Segunda vuelta comienza en empate estadístico: Kast 39%, Boric 39%. 22% no sabe o no responde.